“La comprensión facilita todo”
En la vida pasamos por muchas experiencias: pérdida, desamor, traición, una amplia gama de heridas emocionales.
Con el tiempo, estas experiencias hacen que pongamos pequeños muros alrededor de nuestros corazones. Creemos que, si podemos proteger nuestros corazones detrás de estos muros, evitaremos que nos lastimemos, por lo que comenzamos a cerrar lentamente, agregando capa sobre capa sobre nuestros corazones vulnerables. El chakra del corazón (uno de los principales centros de energía en el cuerpo ubicado en el centro del pecho) así se cierra. Cuando esté centro energético está cerrado nuestra capacidad de comprensión es muy pequeña y esto afecta a nuestras relaciones.
Relacionarse significa comprender. Cualquier relación implica comprensión. Los problemas surgen solo cuando hay falta de comprensión. Si la otra persona se niega a entenderte, bien, también hay una razón para ello. Puedes tratar con la persona objetivamente.
Es por eso que hay dos tipos de relaciones- las prescindibles y las imprescindibles. Una relación imprescindible es aquella en donde tienes que ser muy comprensivo y compasivo, aceptando al otro tal y como es. Las relaciones prescindibles son cuando, si encuentras muy difícil el camino para el entendimiento mutuo, puedes decir que el mundo es lo suficientemente grande para que quepan ambos. Puedes ser independiente. Puedes ser libre. No necesitas continuar lidiando en una situación muy difícil. Al mismo tiempo en eso hay un cierto entendimiento.
El entendimiento acomoda todo – gente, sucesos, aún la muerte. El cuerpo físico está destinado a morir, no a vivir para siempre. Nuestros antepasados se han ido. No están dando vueltas alrededor, ya sabes, como un ET. El cuerpo está diseñado para durar un tiempo específico y cuando el tiempo se agota, cae. Debes entender esto bien. Si entiendes lo general, te ayudará a entender lo particular. Una vez que entiendes lo universal, lo particular se torna más sencillo. Es un hecho universal que cada ser humano tiene sus gustos y aversiones y que quiere satisfacerlos.
Sin embargo, nadie está dotado de todo el conocimiento, las habilidades, el talento o el poder para hacerlo. Si entiendes esto, encontrarás que es más fácil relacionarte porque te sabes apreciar a ti mismo. Cuando tú te entiendes, puedes ser compasivo con los demás. Si entiendes tu propio cuerpo y tu mente, puedes entender a otros. Siempre comienza por ti. Es la comprensión lo que hace que realmente una relación funcione. Cuando comprendes, ambos pueden respetar las virtudes del otro y ser amables con sus limitaciones. Esa es una verdadera relación. Una relación así es maravillosa porque en esa relación hay libertad.
Extraído del libro Freedom in relationship, de Swami Dayananda, Arsha Vidya Centre Research, Chennai, India.
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